Los
beneficios de la relajación son múltiples, entre los que podemos destacar:
×
Disminución
de la presión arterial y del ritmo cardiaco.
×
Regulación
de la respiración, lo que aporta un mayor nivel de oxígeno al cerebro y a las
células en general. Sobre todo, estimula el riego sanguíneo.
×
Disminución
de la tensión muscular.
×
Reducción
en los niveles de colesterol y grasas en sangre.
×
Aumenta
el nivel de producción de leucocitos, lo que refuerza el sistema inmunológico.
A
nivel mental, la relajación tiene muchísimos beneficios:
No
sólo nos despeja, sino que nos permite pensar con mayor claridad y de una forma
más creativa, puesto que al relajarnos, se activan ambos hemisferios del
cerebro. Provoca una sensación de paz y tranquilidad que dura a lo largo de
todo el día.
Además
estos beneficios son acumulativos y evolutivos: a más relajación, más
tranquilidad.
A
nivel físico, los beneficios de la relajación consciente, comprobados de forma
científica, son:
No
debemos olvidarnos que la relajación ayuda a establecer en el organismo una
sensación de paz y tranquilidad, por lo que ayuda a la hora de enfrentarnos a
problemas diversos que nos generan ansiedad y estrés.
El
entrenamiento en relajación constituye una de las estrategias psicológicas de
intervención más utilizadas en la práctica clínica.
En
general, hoy día con independencia del método, el entrenamiento en relajación
se emplea prácticamente en todas aquellas situaciones cuyo tratamiento requiere
o aconseja la reducción de la actividad simpática del sistema neurovegetativo,
de la tensión muscular o del estado de alerta general del organismo.
Los
objetivos que se pretenden con un taller de relajación son los siguientes:
Prevenir
las enfermedades nerviosas, como agotamiento, estrés, dolores de cabeza...
Ayudar
a mantener la salud estimulando el sistema nervioso.
Mejorar
el sistema circulatorio y pulmonar mejorando la respiración.
Fortalecer
los músculos, mejorando el metabolismo.
Estimular las funciones digestivas.
Proporcionar
un mejor conocimiento del propio cuerpo.
Reforzar la autoestima.
Realizar
ejercicios que aumenten los sentidos.
Ayudar
a conseguir una plena relajación, para calmar la mente.
Permitir
que el pensamiento sea más claro y eficaz para poder hacer frente a las
dificultades que se presenten
Aumento
en la cantidad de sangre, debido a su mayor oxigenación en los pulmones. Esto
favorece la eliminación de toxinas del sistema.
Mejor
capacidad del cuerpo para dirigir y asimilar los alimentos. Los órganos
digestivos, como el estomago, reciben mayor cantidad de oxígeno y, por lo
tanto, su funcionamiento es más eficaz. El hecho que los propios alimentos son
también más oxigenados ayuda más todavía a una mejor digestión de los mismos
Una
mejora en el estado del sistema nervioso, incluyendo el cerebro, la columna,
los centros nerviosos y los nervios. Una vez más, esta mejora se debe a la
mayor oxigenación - y por lo tanto alimentación - del sistema nervioso que
sirve para fomentar la salud de todo el cuerpo porque comunica con todas las
partes del mismo
Rejuvenecimiento
de las glándulas, sobre todo las pituitarias y pineales. El cerebro se
beneficia especialmente del oxigeno, y requiere tres veces más que el resto del
cuerpo. Esto tiene un impacto fundamental sobre nuestro bienestar
Un
rejuvenecimiento de la piel. La piel se vuelve más suave, y se reduce la
aparición de arrugas faciales
A
través de los movimientos de la diafragma durante los ejercicios de respiración
profunda, los órganos abdominales - el estomago, el intestino, el hígado y el
pancreas - reciben un masaje. Además, el movimiento de la parte superior de la
diafragma le proporciona otro masaje al corazón. Estos masajes estimula la
circulación sanguínea en estos órganos
Los
pulmones logran ser sanos y fuertes, lo que supone un buen seguro contra
futuros problemas respiratorios
La
respiración lenta y profunda reduce la carga de trabajo del corazón. Esto
produce un corazón más eficiente y más fuerte, que funciona mejor y dura más
tiempo. También se traduce en una tensión sanguínea reducida, y una
probabilidad menor de sufrir una enfermedad cardiaca. Los ejercicios de
respiración logran reducir el trabajo del corazón en dos maneras. Primero, una
respiración profunda crea unos pulmones más eficientes, y más oxigeno entra en
contacto con la sangre enviada por el corazón hacia los pulmones. Esto quiere
decir que el corazón no tiene que esforzarse tanto para enviar oxigeno a los
tejidos. Segundo, la respiración profunda causa una diferencial mayor en la
presión pulmonar y esto, a su vez, produce un aumento en la circulación
sanguínea lo que permite al corazón descansar un poco
La
respiración profunda y lenta le ayuda a controlar su peso. Si tiene exceso de
peso, el suministro extra de oxigeno ayuda a quemar las grasas. Si por el
contrario, tiene insuficiente peso, el oxigeno alimenta a los tejidos y
glándulas.
La
respiración lenta, profunda y rítmica provoca un estímulo reflejo del sistema
nervioso parasimpático. Esto produce una reducción en los latidos del corazón y
una relajación de los músculos. Como el estado de la mente y el cuerpo están
muy relacionados entre sí, estos dos factores producen a su vez un reflejo de
relajación de la mente. Además, una mayor oxigenación del cerebro tiende a
normalizar la función cerebral, reduciendo niveles excesivos de ansiedad.
Los
ejercicios de respiración producen un aumento en la elasticidad de los pulmones
y el tórax. Esto crea un aumento en la capacidad de respiración durante todo el
día, no solo durante el ejercicio. Por lo tanto, todos los citados beneficios
permanecen durante todo el día.
Por tanto, es un maravilloso modo de ganar en salud,
tanto física como mental, muy recomendable para personas mayores, fácil de
realizar y muy enriquecedor.
Con una metodología
participativa, en una atmósfera de confianza, tranquilidad, y relajación, los
talleres de este tipo resultan muy gratificantes para los participantes y para
nosotros como implementadores.
Los talleres de relajación se pueden llevar a cabo
en centros de día, asociaciones de mayores, culturales, asociaciones de
mujeres, centros cívicos…
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